Peñíscola es una de las joyas turísticas de la Comunidad Valenciana, situada en la provincia de Castellón, en la costa del Mediterráneo. Conocida como la «ciudad en el mar», cuenta con un impresionante castillo templario que corona la colina rocosa en la que se encuentra el casco antiguo de la ciudad, y una extensa playa de fina arena blanca bañada por las aguas cristalinas del mar.
El castillo de Peñíscola es uno de los monumentos más impresionantes de la ciudad. Fue construido en el siglo XIII por los templarios y posteriormente fue habitado por el papa Luna, quien lo convirtió en su residencia papal en el siglo XV. Actualmente es uno de los castillos mejor conservados de España y es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El casco antiguo de la ciudad es otro de sus atractivos turísticos. Se trata de un laberinto de estrechas callejuelas empedradas que conducen a plazas tranquilas y acogedoras, en las que se pueden encontrar bares y restaurantes con encanto donde probar los productos típicos de la zona.
La playa de Peñíscola es otro de los motivos por los que visitar esta ciudad. Con una extensión de varios kilómetros, está considerada una de las mejores playas de la costa mediterránea española. Sus aguas cristalinas y su arena blanca y fina son el marco perfecto para disfrutar de un día de sol y mar.
Además, Peñíscola cuenta con una variada oferta cultural y de ocio, con numerosos festivales, exposiciones y actividades durante todo el año. La ciudad también es un punto de partida ideal para explorar otros lugares cercanos como el Parque Natural de la Sierra de Irta o el Delta del Ebro.
En definitiva, Peñíscola es un destino turístico de gran belleza, con una gran variedad de atractivos que la hacen ideal para todo tipo de viajeros, desde los amantes de la historia y la cultura hasta los que buscan sol, playa y diversión.
