Càlig es un encantador pueblo ubicado en la provincia de Castellón, en la Comunidad Valenciana. Esta población, de origen musulmán, se encuentra en una zona de lomas y valles que le otorgan una topografía muy peculiar. Conocida por sus vinos y aceitunas, Càlig ofrece a sus visitantes una experiencia única para aquellos que buscan una escapada en un entorno rural.
En Càlig, los turistas pueden disfrutar de un tranquilo paseo por sus calles empedradas y contemplar sus casas de estilo mediterráneo, con fachadas blancas y puertas de madera. El centro histórico es un lugar con mucho encanto, con edificios como la iglesia de Sant Miquel, el ayuntamiento o la casa de la cultura. También se puede visitar la plaza de la Font, donde se ubica la fuente más antigua del pueblo.
Para los amantes de la naturaleza, Càlig cuenta con numerosos senderos donde disfrutar de la flora y fauna autóctonas. Un ejemplo de ello es el paraje natural del Tossal de la Nevera, una zona boscosa donde se encuentra el nevero, una construcción antigua que se utilizaba para almacenar hielo en invierno y distribuirlo en verano.
Otra actividad recomendada es visitar las bodegas de la zona y degustar los vinos de la Denominación de Origen Terra Alta, que se caracterizan por su calidad y sabor excepcional. Además, se puede disfrutar de la gastronomía local, con platos como la olla de pueblo, la paella o los dulces típicos, como los rotllos o las coquetas.
Càlig es un destino turístico ideal para aquellos que buscan la tranquilidad y el contacto con la naturaleza en un entorno rural. Sin duda, una opción perfecta para desconectar del estrés de la ciudad y disfrutar de la belleza y sencillez de la vida en un pueblo mediterráneo.
